13 jul 2011

SE INICIA UNA NUEVA ERA EN EL AUDIOVISUAL HUILENSE


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El cine sirve para hacernos pensar, para acercarnos a otros mundos, para darnos a conocer los puntos de vista de los demás; nos hace reír, nos emociona, probablemente haya quien vaya al cine para olvidarse de la vida real. Como cualquier otra expresión artística el cine sirve para enfrentarnos con nuestra propia visión del mundo. El mismo cine, experimenta, crece, busca nuevos lenguajes, se enriquece con las propuestas que llegan de otras culturas distintas a la nuestra, se renueva, reinventa lo ya escrito.

Se ven películas como se ve teatro, como se leen libros, como se escucha música, como se disfruta de un buen cuadro: ¡con los ojos bien abiertos! También existe eso que llaman cine social, pues existen directores empeñados en que las películas no solo sirvan para evadirnos, sino para mandarnos de cara contra la realidad. Contra la de todos los días, la del maltrato, la de las drogas y el alcohol, la de la guerra, la de la marginación y el olvido.

El Huila no ha sido ajeno a la historia del cine colombiano. El cine en Colombia lleva algo más de 100 años y ya en 1928, José Eustasio Rivera buscaba en New York traducir “La Vorágine” al inglés y llevarla al cinematógrafo, cuando el 1 de diciembre sufrió una crisis de delirio agudo febril, con convulsiones, a causa del cual falleció. Si Rivera no hubiera muerto, seguramente la cinematografía colombiana sería otra, pues su postura crítica frente al sistema (así hiciera parte de la institucionalidad), hubiera fecundado la primera película en Colombia que se apartara de proponer el cine solo como simple diversión.

Tendría que llegar 1964 para que el cine colombiano entrara en la “Modernidad” y asumiera otra actitud. Para que Gustavo Andrade Rivera escribiera con Julio Luzardo, Pepe Sánchez y Carlos José Reyes el primer largometraje nacional titulado “El Río de las Tumbas”, realizado en el municipio de Villavieja y que abordó de lleno la indolencia de la gente de un pueblo en medio de la atroz violencia partidista. “Esta película “Guayako”, como se denominó el proyecto durante el rodaje, merece ser “remasterizada” para ser tenida en cuenta dentro de la historia de la violencia en Colombia y lo que ha de ser la reparación a las víctimas del conflicto.”. Aseguran los expertos y críticos del cine colombiano.

Siendo el cine, entre otras cosas un lenguaje, ¿qué papel puede jugar la cinematografía en un escenario como este? ¿Cómo puede contribuir el cine al desarrollo integral del departamento y la región sur?


Entendemos la importancia de impulsar el llamado séptimo arte en la región, reconociendo elinterés y empeño que le han puesto las nuevas generaciones. Desde allí se impulsa y se organiza la presente MUESTRA AUDIOVISUAL HUILENSE que busca reconocer en una primera instancia el trabajo que en este orden se viene realizando en la región dentro del contexto nacional.